APRENDIENDO DEL AGUA

APRENDIENDO DEL AGUA

En filosofía tradicional China, el agua es yin; femenino y receptivo, con energía hacia abajo y movimiento sutil.

Su misterio radica en su aparente debilidad para ceder, fluir, acomodarse y trasmutar su forma, lo que contrasta con el poder de las inundaciones y su capacidad para mover montañas y erosionar las rocas a lo largo del tiempo.

El agua da vida y forma a lo que toca. En algunas partes del mundo el agua es común, es tan común que a veces olvidamos lo necesaria que es.

Podemos decir que es… milagrosa.

El agua es vital para la vida. Los seres humanos, las plantas, los animales, todos los seres vivos morirían si no fuera por el agua. Usamos agua para beber, lavar, limpiar, cocinar. El 70 % de la masa celular de nuestro cuerpo es agua. Sin agua no existiríamos, sin agua no podríamos sobrevivir en esta tierra, sin agua no existiría este planeta como lo conocemos.

En diversos caminos espirituales el agua se percibe tanto como una entidad literal como simbólica.  El agua es utilizada también en algunos caminos espirituales como una herramienta para la purificación y para contener y transferir energía.

En muchos rituales mágicos o religiosos es usual que los participantes y las herramientas que se utilizan se limpien con agua al comienzo de estos.  A veces se agrega sal al agua, ya sea para que se parezca más al agua de mar, o a las aguas del útero, o para combinar las energías de la tierra con las del agua.

Los que hemos trabajado el Tarot de forma terapéutica sabemos que el palo de copas representa al elemento agua. La copa representa una vasija, la receptividad, el símbolo de la mente, y el útero, lo inconsciente, lo profundo, lo primordial y necesario. Así es el agua.  El agua nos muestra las imágenes o impresiones de las cosas. Las emociones, los sentimientos y el conocimiento psíquico están representados por el agua en muchos caminos espirituales, y es que el agua tiene mucho que enseñarnos.

Por ejemplo…. El agua fluye sin esfuerzo por los canales que se le presentan. Su fuerza es tan fluida que siente el obstáculo y lo bordea. Busca la no confrontación. Y aun cuando el obstáculo interfiere en su camino, va aunando energía, volumen y capacidad hasta que logra moverlo.  NOSOTROS PODEMOS HACER LO MISMO.

En vez de molestarnos en culpar o pelear, podemos aunar nuestras fuerzas, como el agua. Abastecimientos físicos, mentales y espirituales están a nuestro alcance para fluir, adaptarnos o luchar.

Antes de luchar recordemos que el agua se acomoda, se queda quieta. A veces es menester quedarnos quietos como el agua, para poder ver con claridad. Es en la calma del agua que podemos ver con claridad la profundidad de las cosas.

La agitación de la mente y de la vida misma requiere que de vez en cuando adoptemos una de las formas del agua y nos quedemos quietos.

Quietos no significa carentes de energía ni de deseos, no es eso. En la quietud puede haber mucha fuerza, mucha sabiduría y el agua apela a eso, a detenerse. Es en esa estática, pero poderosa energía de la quietud donde podemos ver, sentir las a veces ahogadas señales que nos da la vida, para entonces fluir.

El agua nos enseña balance. Unas veces está quieta, otras veces fluye, se mueve, circula. La vida necesita de esos espacios de quietud y movimiento.  Si llevas mucho tiempo pensando en un nuevo proyecto, si tu vida está apagada y sientes que no tiene sentido, es hora de moverte, de hacer como el agua. Si llevas tiempo estático o estática, es tiempo de fluir como el agua y salir a conocer gente, o buscar un nuevo trabajo, de visitar nuevos lugares y… fluir como el agua.

 

En ese fluir, el agua se encuentra con muchos intrusos que ella con su experimentada y antigua sabiduría los domina, siguiendo la ley del mínimo esfuerzo. Si lanzas un puño al agua, esta cederá lo suficiente para arroparte y podrás retirar el puño mojado y marcado por el agua, pero para ella será como si nunca la hubieras golpeado, pues recobra su compostura.  Ante el ataque de los demás muchas veces lo mejor es no responder de la misma manera, sino abrirnos al dialogo y tratar de entender sin entrar en la contra ofensiva.

Si te sientes acorralado o acorralada aprende del agua que no pelea, sino que se detiene y busca con calma el punto débil de cualquier obstrucción hasta que queda libre. Desde esa posición el agua demuestra su nobleza, su humildad, pero también su astucia.

Es probable que haya escuchado acerca de los experimentos del Dr. Masaru Emoto sobre el agua. Este científico asombró al mundo con su investigación sobre el agua. Después de colocar palabras positivas, tocar música edificante y enviar oraciones a vasos llenos de agua, los observaba a través de un microscopio. La composición del agua cambiaba según el mensaje y la música que le tocaran, respondiendo con bellas y sutiles formas a los mensajes de amor y esperanza, pero no así a los mensajes violentos o de desánimo.   ¿Te dice esto algo? Probablemente sí.  Si entiendes y reconoces que tu cuerpo está compuesto en su mayoría de agua, puedes comenzar a hablarle correctamente.

La raza humana puede diferir en una gran cantidad de cosas, política, religiones, inversiones, pero a la hora de hablar del tema, todas las grandes mentes coinciden en que hay que cuidar y proteger este preciado elemento llamado agua. Con el crecimiento poblacional y con la incertidumbre climática que estamos experimentando, si no comenzamos ahora a cuidar nuestros cuerpos de agua y a usarla de manera consciente, no sabremos qué va a pasar con las futuras generaciones, Tenemos la obligación de cuidar y usar el agua sabiamente.

Les exhorto a pensar en esto y a compartirlo, tal vez así, de a poquito, a través de la sabiduría del agua, vayamos recobrando el equilibrio en nuestras vidas y en el planeta. Es importante que podamos entender y honrar nuestra relación por las múltiples bendiciones que el agua nos brinda. Fuente de vida. Fuente de inspiración para canciones y poemas, y ciertamente, el agua es fuente de sabiduría para los que se toman el tiempo para observar las enseñanzas que esta encierra en sí misma.

Su fuerza es su naturaleza pues no trata de ser algo que no es. Y nadie puede desligarse de ella. Simple, útil, humilde, clara, transparente, necesaria, el agua no tiene enemigos.  Tratemos de imitarla.

 

 

 

 

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